Hoy vengo a hablaros del género que más me divierte a la
hora de escribir, la fantasía. Y lo primero que debemos tener claro es:
Parece una pregunta tonta pero muchos no lo tenemos claro.
La fantasía es uno de los grandes géneros literarios y por lo tanto a su vez
hay miles de tipos dentro de esta. ¿Cómo sabemos que nuestro libro se puede
englobar en el género fantástico. Pues es muy fácil. Solamente tienes que
hacerte un par de preguntas:
¿Qué es la fantasía?
- ¿Todo lo que sucede y aparece en la historia existe?
Si la respuesta es AFIRMATIVA pues lo siento pero no estamos
ante una historia de fantasía. Si por el contrario hay elementos imposibles,
objetos que no existen, sucesos extraños…
Pasamos a la siguiente pregunta:
- ¿Estos elementos que NO existen pueden explicarse gracias a la ciencia?
Si tu respuesta es un rotundo SÍ no estamos hablando de
fantasía si no de ciencia ficción, género que también me encanta, pero no es el
que buscamos ahora. Si tu respuesta vuelve a ser un NO, ¡ahora sí! ¡Enhorabuena
eres un autor de fantasía!
“¡Pero, Eva, esto hace que haya muchísimos libros que entran
en esta definición!” Lo sé, lo sé, muchos tenemos la idea de que la fantasía es
tan una fórmula parecida a esta:
MEDIEVO + MAGIA X ESPADAS / DRAGONES = FANTASÍA
Grave error. Dentro de la fantasía hay mucho más que estas
cosas manidas. Que todos amamos El señor de los anillos, obvio, pero hay mucho
más aparte de esto. Dentro de los libros de fantasía vamos a encontrar
ambientaciones de todo tipo. Da igual que nos movamos en Europa, en África o
Ásia, o incluso en un mundo diferente. Podemos escribir historias en un pasado
lejano o en un… ¡FUTURO! Sí, sí, has leído bien, fantasía futurista. Existe y
no es igual que la Ciencia Ficción. Hay una saga de películas así algo
famosilla, a lo mejor os suena, se llama Star Wars.
Si quieres escribir
fantasía vas a tener miles de posibilidades. Puedes atreverte con la fantasía
urbana, o con la épica. Terror, romántica, gótica, paranormal… ¡Podríamos estar
hasta mañana enumerando las infinitas combinaciones que tienes!
Otro aspecto que me gustaría recalcar es el tema. Hay muchos
más que explorar aparte de los malos que quieren invadir el mundo y los
elegidos que les deben parar los pies. Tu mundo de fantasía va a tener las
características que quieras, por ello también puede tener los problemas que
quieras. Por ello mi primer consejo es:
Atrévete a innovar. Piensa las cosas más raras, el animal más extraño, las
civilizaciones más complejas… ¡No tengas miedo! ¡¡ES FANTASÍA!!
Una vez tenemos esto claro, cuando hemos pensado un buen
tema, una ambientación original y cosas que no se explican gracias a la
ciencia, toca algo o que odias o que amas:
¡Documentarse!
Mucha gente cree que para la fantasía no hace falta
documentación. Ay, patatitas, que equivocados estáis. Por poder puedes ponerte
a escribir de golpe sin documentarte (yo lo he hecho) pero pronto te darás
cuenta de que sí que hace falta. En especial será necesario si estás
escribiendo baja fantasía, es decir, fantasía ambientada en un sitio real (por
ejemplo Harry Potter). Pero incluso en el caso de la alta fantasía deberás
hacerlo. ¿Y qué cosas buscamos los escritores de fantasía? ¡Pues de todo! Desde
como era la organización de un ejército en la antigua China, a mitología
Azteca. Cualquier cosa, aunque luego vayamos a modificarla. Que sí, que es
fantasía, pero la buena fantasía es VEROSIMIL. Por lo tanto mi segundo
consejito es:
Lee todo lo que puedas, busca información y guárdala. No
sabes cuándo va a venir bien.
Ok. Ya estamos informados. Hemos guardado todas las páginas
de wikipedia sobre el misterio de las Islas de Pascua. ¿Y ahora qué? Pues ahora
debemos saber que tipo de escritor quieres ser. Suena intensito, pero tranqui,
será fácil de comprender.
Brújula VS Mapa
El escritor de BRÚJULA es aquel que no necesita un camino
para seguir. Tiene las ideas en su cabeza, ideas sueltas que se irán uniendo a
medida que escriba. Sabe dónde va pero no conoce el camino para llegar allí, y
no le hace falta. Lo creará.
Mucha gente cree que esto te da más libertad, le da frescura
a tu historia. Y puede que tengan razón, pero corren el riesgo de perderse, de
no saber como salir, o de olvidar el punto al que querían llegar. Alguien que
se enfrenta a la escritura por primera vez puede caer fácilmente en esto por lo
que, personalmente, recomiendo ser del otro tipo al principio.
Los escritores de MAPA, como yo, dibujamos el mapa antes de
empezar a escribir. Apuntamos las ideas, las unimos, buscamos como explicar los
sucesos, tachamos y tachamos hasta que tenemos claro como vamos a llegar al
destino deseado. El principal problema de este método es que a muchos les puede
parecer aburrido tener que hacer un mapa. Y es cierto que es laborioso, pero,
te lo digo por experiencia, evitará numerosos atascos y pérdidas.
Aunque esto se aplica a todas las novelas, las historias de
fantasía suelen ser complejas, con tramas y subtramas, guerras, batallas,
magia… Mi consejo es apuntarlo TODO antes y durante la escritura. Aunque
realmente habrá momentos para todo.
¡Y llegamos a mi parte de la creación favorita! ¡Los
personajes! Un gran elemento y más en un género tan rico como es la fantasía.
En un mundo con dragones, centauros y todo lo que quieras debemos proporcionar
a nuestros lectores algo humano. Alguien con quien puedan empatizar más allá de
los espadazos y los conjuros. Para eso estarán nuestros personajes.
¡Y digo PERSONAJES no PROTAGONISTAS!
Una historia es más que nuestra heroína o nuestro héroe.
Cada personaje que aparezca debe ser especial para nosotros, incluidos los
villanos. No a todos les daremos el mismo nivel de detalle, si no estaríamos
años solo perfilando personajes. Pero sí deberemos tener una idea de cada uno,
una personalidad, un modo de hablar…
Y con todo esto solo me queda un consejo, uno que debería
ser el primero pero ya tengo todo escrito y no quiero modificarlo.
¡LEE FANTASÍA!
Otra vez parece una tontería, pero por experiencia digo que
no se puede escribir fantasía si no lees fantasía. ¿Por qué? Todos podemos
narrar como nuestro protagonista coge el bus porque todos hemos cogido el bus.
Pero no todos hemos luchado a muerte con
un dragón. Y os aseguro que no es algo fácil de narrar. ¡Ojo! No estoy diciendo
que os copiéis de Tolkien, pero sí que os fijéis en como maneja el tiempo, qué
verbos usa para dar dinamismo a la escena o como hila unos hechos con otros.
Qué maravilla de post! :D
ResponderEliminarJo, gracias!! Me alegro mucho de que te haya gustado!!
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