Hola,
hola. Agarraos porque vienen curvas. ¡Hoy vengo a dar la tabarra con mi libro!
Porque estoy un poco atascada y a lo mejor contaros sobre el mundo de Inclán me
da inspiración. Y porque estoy muy orgullosa de mi construcción de mundo para que negarlo.
Lo
primero que tenéis que saber de Inclán es que toda su cultura se basa en la
idea de que existe una relación de fuerzas que une todo en el espacio y en el
tiempo. Algún día os hablaré de las Leyes de Inclán, pero eso irá más cuando
hable de su cultura. Hoy quería contar como se divide el espacio y el tiempo,
que como ya he dicho, son elementos fundamentales, los pilares de toda la
cultura de Inclán.
EL
ESPACIO:
Al
principio Inclán era un planeta rocoso con características muy similares a las
terrestres. En su superficie había
cuatro masas de tierra de gran tamaño. Pero esto ha ido cambiando a lo largo
del proceso de creación. Por tema de tiempos (pasarían muchos años si quiero
que los viajes por Inclán sean realistas) he decidido hacer unas cuantas
modificaciones. Inclán sigue siendo el nombre que los habitantes le dan a su
planeta, pero en realidad no son los únicos habitantes, ni sus continentes son
tan grandes como ellos se creen. Podríamos decir que Inclán es la unión de
estos cuatro países: Jaroba, Nomuah, Rinzoa y Dochama.
Los
cuatro están situados en la llamada Cara Viva, pues desconocen totalmente lo
que hay en las antípodas. Saben que su planeta es redondo pero tienen la firme
convicción de que no hay nada, solo el gigante océano de Tsumae.
Aquí
un mapa que hice hace unos meses, y ya tengo que volver a cambiarlo porque hay
ciudades nuevas, y sobre todo porque Rinzoa ha cambiado completamente de
aspecto.
Las
Cuatro Naciones:
Ya os
he contado sus nombres, pero ahora quiero explicarlas un poco una a una. Los
cuatro países que forman Inclán están situados más o menos en los cuatro puntos
cardinales. Lo que les da unas características muy peculiares que les
diferencian de sus vecinos. Para cambiar el orden en el que lo cuento siempre,
ahora iré en el sentido de las agujas del reloj.
Dochama:
Es el continente del norte (en todas las historias de fantasía debe de haber un
continente del norte bien nevadito). Es con diferencia el país más pobre de
Inclán. Apenas tienen recursos porque no es que haga frío. Es que es el
puñetero polo. La zona más septentrional es tan solo hielo, más allá de las
montañas. Si se derritiera Dochama perdería gran parte de su superficie.
Su
industria se sustenta gracias a la minería, ya que sus montañas son ricas en
metales y minerales. Pero estos no se quedan en sus fronteras, si no que la
gran mayoría son exportados a los demás continentes, en especial a Rinzoa, a
cambio de otro tipo de recursos que en Dochama son muy escasos, como la madera.
Los docheces construyen sus edificios en hielo y cubren las paredes interiores
con láminas de pizarra para que la humedad no traspase a sus viviendas. Por lo
que vistas desde fuera sus ciudades son completamente blancas y azuladas, con
tejados a dos aguas de piedra negra.
Suele
decirse que en Dochama lo más oscuro que hay es la nieve, y, salvo por la
pizarra, no mienten. Sus habitantes son muy pálidos, prácticamente albinos, con
el pelo blanco. El color de los ojos propios de la raza es el azul, pero con la
invasión de los pueblos de Tierra de Fuego este rasgo empezó a sustituirse por
un color escarlata muy intenso.
La
capital se llama Varslo. Su sistema político se basa en la monarquía y su color
representativo es el azul.
Rinzoa:
El país del este. Ellos se definen como un continente, pero no lo es. Es un archipiélago
compuesto por miles de islas de origen volcánico. Muchos de ellos no llegaron a
salir a la superficie y lo único que se ve es el cráter con un gran lago
central. Por ello se conoce a Rinzoa como el país de los Lagos y les encanta
presumir de las maravillosas cualidades que tienen sus aguas (Madrid style). Su clima es tropical, con mucha humedad, lluvias
casi a diario y altas temperaturas. Por lo que sus habitantes suelen vestir
bastante ligeros de ropa.
Tienen
una importante relación comercial con Dochama, ya que los Rinzoanos son los
principales exportadores de madera de Inclán. También son la mayor potencia
militar y especialmente naval. Tienen una historia llena de grandes viajeros,
grandes conquistadores y gigantescos tiranos. Sus
construcciones están fabricadas esencialmente en madera y las ciudades se
concentran alrededor de las islas, pero nunca adentrándose mucho en ellas, ya
que están orgullosos de sus frondosos bosques y quieren conservarlos. El
crecimiento de la población hizo que tuviesen que empezar a construir ciudades
flotantes ancladas al lecho marino. Estos núcleos de población se conectan
entre sí por puentes de madera que hacen de calles. Y el principal medio de
transporte son las barcas de paseo.
A
los habitantes de Rinzoa se les conoce como “la gente mapa” ya que su piel
combina manchas claras y oscuras que parecen naciones. Sus propias leyendas
cuentan que cada uno de ellos es un mapa que le conduce a su destino. Es
tradición que los guerreros se tatúen los bordes de estas manchas para acentuar
el efecto. Además son una raza de corta estatura, los hombres rara vez llegan
al 1,70 y las mujeres al 1,60. Normalmente tienen el pelo negro y sus ojos son
oscuros, redondos y muy grandes.
La
capital es Barla. Son un imperio en el que el emperador o emperatriz es la
máxima y única autoridad real. Su color representativo es el verde.
Nomuah:
El más meridional de los continentes. También es el más deshabitado ya que la
gran mayoría de su superficie es un desierto de arena. Las temperaturas diurnas
son altísimas. Y por si vivir entre arena y dunas no fuese suficiente, además,
es el continente de los dragones. Por lo que rara vez se ve a los habitantes de
Nomuah paseándose por la superficie. Tienen muy pocas ciudades y la mayoría
están o pegadas a la costa o son subterráneas.
No
son grandes productores de casi ninguna materia prima, nada más que arena para vidrio.
Pero su carácter práctico y basado en la convivencia les ha convertido en los
grandes inventores de Inclán. Son por lo tanto la primera potencia tecnológica.
Mientras que en el resto de Inclán se mueven a caballo o a pie, en Nomuah ya
tienen los primeros modelos de ferrocarril. Por lo que aunque no sean
exportadores de materiales sí lo son de tecnología. Además, gracias a los
tratados de paz y la alianza con Jaroba, la población está bien provista de
alimento y todo tipo de recursos.
La
filosofía de los nomuahnos es completamente cooperativa y pacifista. Su lema
es: “En Nomuah nadie se queda atrás”. En la comunidad todos tienen una función
por y para los demás. De hecho en su idioma no existe el singular, lo que hace
que su gramática sea la más complicada de Inclán. Sus ciudades reflejan esto.
Están excavadas directamente en la roca de las gigantescas cuevas en las que
viven y dan el aspecto de gigantescas colmenas de abejas. Y aunque viven
enterrados no tienen problemas de iluminación. Por el día el sol entra por las
dolinas que conectan con el exterior y un complejo sistema de espejos hace que
toda la ciudad esté clara como si estuviesen en el exterior.
Los
nomuahnos se caracterizan por su gran altura y sus extremidades largas y
esbeltas. Tienen la piel muy oscura y los ojos suelen ser grises. Normalmente
nacen con el pelo rojo oscuro, pero es tradicional que se lo cambien de color.
Por lo que en sus ciudades se puede ver a gente con el pelo de los colores más
extravagantes que se pueda uno imaginar.
Su
capital es Sendo, su sistema político se basa en la democracia, aunque no
exactamente como la entendemos aquí. Y su color emblema es el amarillo.
Jaroba:
Acabamos por el continente del oeste. El continente de las más altas montañas y
de las rocas, con enormes ríos que excavan en ellas y acantilados. Este es el
continente más heterogeneo en todos los aspectos. Su clima es mucho más cálido
al sur y más frío al norte, por ello las materias producidas son también las
más variadas. Norte y sur de Jaroba están prácticamente separados el uno del
otro por lo que ellos conocen como el Cuello, en el que se sitúa su capital. Al
norte priman los grandes bosques y al sur se encuentra la Gran Meseta.
Su
enorme variedad de terrenos, formaciones geológicas, climas… ha conseguido que
Jaroba sea productora de la mayoría de materiales necesarios para su población,
es decir, apenas necesitan importar. Son los mayores exportadores a gran
escala, no exportan tanta madera como Rinzoa, pero exportan madera. No exportan
tantos minerales como Dochama, pero exportan minerales… Tienen un amplio
comercio con todos los continentes. Lo que supone que su economía es la más
viva de los cuatro países.
Sus
ciudades podrían clasificarse como “tradicionales”. También dependiendo de la
zona en la que nos movamos tienen un aspecto u otro. Al norte priman las
construcciones de madera con tejados a dos aguas para evitar que se acumulen
las lluvias del otoño. Mientras que al sur se construye en roca. En algunas
zonas es tradición pintar de cal las paredes por lo que las ciudades son
blancas. Y en otras recubren las casas con azulejos de colores, lo que les da
un aspecto brillante.
La
varianza también está reflejada en sus habitantes. No hay un estereotipo de
jarobés propio como pasa en las otras naciones. Los hay más pálidos y más
oscuros de piel. Morenos, pelirrojos, rubios… Sus ojos también tienen una gama
muy amplia de posibilidades. Pero si hay que hablar de una etnia propia de
Jaroba esta sería la de Tierra de Fuego, una enorme isla volcánica al norte del
país. Su población tiene el pelo muy negro y los ojos rojos, también una
altísima temperatura corporal.
Su
capital (en Reminiscencia) es Lereste, su sistema político es una teocracia parlamentaria.
Y su color es el rojo.
EL
TIEMPO:
El
tiempo es el segundo aspecto de Inclan, y toda su cultura gira en torno al paso
del mismo. Los habitantes de Inclán están obsesionados con la perfección y con
los números, en especial con el número 4. Sabiendo esto, la división de su
tiempo se realizó teniendo en cuenta los ciclos lunares. Alrededor del planeta horbitan dos lunas Goth y Solth. Estas tienen ciclos de 20 días y las dos tienen
un periodo muy parecido así que ambas aparecen siempre en la misma fase. Por lo
que en algunas zonas se las conoce como Las Gemelas.
En
Inclán el año dura 400 días y se divide en tan solo cuatro meses de 100 días
cada uno. De manera que cada mes dura lo mismo que cuatro ciclos lunares. Cada
uno de estos ciclos se llama velada y divide en mes en el equivalente a semanas
que tenemos aquí. Es decir tienen semanas de 20 días. Los nombres de los meses
son: Juber, Aldue, Verez y Dea. Aunque no todos los continentes presentan la
misma variación estacional, podemos dividirlas en: primavera, verano, otoño e
invierno, aunque esto sería muy reduccionista ya que estas estaciones solo
están bien representadas en Jaroba y de manera más suave en el sur de Dochama.
A grandes
rasgos la historia de Inclán se divide en Eras, estas empiezan cada vez que Las
Cuatro Brujas de Inclán son sustituidas, (ya hablaremos de ellas, pero vienen a
ser las mandamases). El año 1 corresponde al primero en el que se instauró esta
jerarquía teocrática. La época anterior es conocida como la Era de los Pueblos
Errantes. Las Eras pueden tener duraciones muy distintas, dependiendo de la
esperanza de vida de las Brujas.
Voy
a poner un ejemplo de una fecha inclanesa: Jornada 91, en la cuarta velada de
Juber de 1402, Era 15.
Bueno,
ya os he dado la tabarra por ahora con Inclán. Para la próxima os traigo las
razas de humanos que viven en estos cuatro continentes. O la cultura… No sé
depende de lo que me apetezca.
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